¿Por qué es tan mala la industria de la moda?

Última actualización en junio 1, 2023 por Ecologica Life

Nos gusta tener ropa bonita. Nos abrigan y nos permiten expresarnos. Por desgracia, la industria moderna de la moda crea muchos problemas. En todo el mundo, cada segundo se quema o se tira a un vertedero un camión lleno de ropa. Esto genera una enorme cantidad de residuos que no es buena ni para nuestros bolsillos ni para nuestro planeta.

Desde la moda rápida a la contaminación, pasando por la esclavitud moderna. En este artículo exploraremos las profundidades de la corrupción de la industria textil y qué se puede hacer para solucionarlo.

Los múltiples problemas de la industria de la moda

Ir de compras solía ser una rara ocasión que ocurría unas pocas veces al año, cuando nuestra ropa no tenía arreglo o se nos quedaba pequeña. Pero la ropa se ha convertido en un artículo de usar y tirar desde que surgió el hobby shopping.

La ropa se diseña en un país, se fabrica en otro y se distribuye rápidamente por todo el mundo. Esta tendencia se ha acelerado con el auge del fenómeno de la moda rápida.

¿Qué es la moda rápida?

La moda rápida es un fenómeno reciente en la industria de la moda. La moda rápida se describe como ropa asequible y con estilo que se adapta rápidamente a las necesidades del consumidor tomando diseños de famosos y modelos de pasarela y llevándolos a la calle.

Básicamente, se compran las últimas tendencias mientras están de moda y luego se tiran después de llevarlas unas cuantas veces para poder comprar la siguiente nueva tendencia.

Es el componente clave del sistema destructivo de sobreproducción y sobreconsumo. Es uno de los motores de que la industria contamine tanto.

Pero para entender por qué la moda rápida contamina tanto, debemos analizar más de cerca cómo se fabrica nuestra ropa y qué ocurre con ella cuando la tiramos.

Problemas medioambientales y éticos

Residuos y contaminación por microplásticos

Por término medio, los europeos tirar unos 11 kg de productos textiles por persona y año. Casi ninguno de estos textiles se recicla o se dona, por lo que acaban en los vertederos o se incineran.

Los tejidos sintéticos, como el poliéster, son esencialmente fibras plásticas que no son biodegradables. Investigadores del Universidad de Plymouth descubrió que una sola carga de lavadora puede liberar hasta 750.000 microplásticos fibras por lavado. Estos microplásticos acaban en el mar, donde la vida marina, como ballenas que ingieren millones de estos microplásticos cada día. Por desgracia, incluso los peces más pequeños que solemos comer ingieren microplásticos.

Otras investigaciones de la Universidad de Plymouth sugiere que llevar ropa sintética puede ser tan malo como lavarla, ya que estos microplásticos se liberan en el aire.

¿Qué podemos hacer al respecto?
  • Invierta en fibras naturales y ecológicas.
  • Lava la ropa sólo cuando sea necesario, y en un ciclo de lavado con una temperatura más baja (30ºC). Esto reducirá la cantidad de microplásticos liberados durante el lavado.
  • Compre menos, compre más calidad y recicle.
  • Puede invertir en un filtro de microplásticos para su lavadora.

Contaminación del agua y toxicidad química

En la mayoría de los países donde se produce ropa, las aguas residuales tóxicas de la industria textil se permite su vertido directo a las vías fluviales sin ningún tratamiento.

Los compuestos tóxicos que se encuentran en las aguas residuales son plomo, mercurio y arsénico.

Esto daña gravemente la vida acuática y la salud de los millones de personas que viven a lo largo de estos ríos. Esta contaminación acaba en el océano, donde se extiende por todo el mundo.

El uso de fertilizantes y pesticidas en la producción de algodón no orgánico es también una fuente importante de contaminación del agua dulce y marina, degradación del suelo y muertes prematuras entre los algodoneros.

Algunas de estas sustancias químicas se han encontrado en ropa vendida en tiendas de primeras marcas, y pueden ser extremadamente peligroso para el consumidor.

¿Qué podemos hacer al respecto?
  • Invertir en ropa fabricada en países con normativas medioambientales más estrictas para las fábricas (UE, Canadá, EE.UU...).. Esto ayudará a reducir la contaminación del agua y la probabilidad de que haya toxinas químicas en tu ropa.
  • Lava siempre la ropa nueva antes de estrenarla.
  • Busque prendas con una etiqueta de certificación que controle el contenido de sustancias químicas, tales como OEKO-TEX, GOTS o BLUESIGN.
  • Elige fibras ecológicas ya que no requieren productos químicos.

Consumo de agua

La industria de la moda es una gran consumidora de agua.

Todas nuestras prendas se tiñen y acaban utilizando una cantidad significativa de agua dulce. Una tonelada de tejido teñido puede requerir hasta 200 toneladas de agua dulce.

El algodón suele cultivarse en climas cálidos y secos. Pero requiere mucha agua para desarrollarse: se necesitan unos 9.700 litros de agua para producir sólo 1 kg de algodón.

La presión extrema sobre este recurso ya escaso tiene consecuencias medioambientales drásticas, como la desertización del mar de Aral, donde la producción de algodón ha secado completamente el agua.

Comparación del Mar de Aral en 1989 (izquierda) y 2014 (derecha)
Comparación del mar de Aral en 1989 (izquierda) y 2014 (derecha). Crédito: NASA

85% de las necesidades diarias de agua de toda la población de la India se cubrirían con el agua utilizada para cultivar algodón en el país. 100 millones de personas en la India no tienen acceso al agua potable.

Stephen Leahy, The Guardian
¿Qué podemos hacer al respecto?
  • Elegir fibras con bajo consumo de agua como lino, cáñamo, fibras recicladas, etc.
  • Saca el máximo partido a tu ropa de algodón usándolas completamente hasta el final de su vida útil. Las alternativas que puedes considerar incluyen donar, vender y reparar/reutilizar tu ropa en otra cosa, como un bolso.

Emisiones de gases de efecto invernadero

Los gases de efecto invernadero (GEI) son uno de los principales motores de la economía mundial. el cambio climático.

Investigación realizada por McKinsey & Company sugiere que el sector de la moda fue responsable de 2.100 millones de toneladas de emisiones de GEI en 2018, alrededor de 4% del total mundial. Esto equivale a las emisiones totales de las economías de Francia, Alemania y Reino Unido juntas.

Estas emisiones de GEI se deben a la producción, fabricación y transporte de millones de prendas cada año.

La mayoría de nuestras prendas se fabrican con fibras sintéticas (poliéster, acrílico, nailon, etc.), cuya producción requiere más energía que la de las fibras naturales.

Además, la mayor parte de nuestra ropa se fabrica en China, Bangladesh o la India, que son países que utilizan principalmente carbón como fuente de energía. Esta es la forma de energía más contaminante en términos de emisiones de carbono.

¿Qué podemos hacer al respecto?
  • Elija fibras naturales.
  • Comprar menos, comprar calidad y reparar la ropa.
  • Comprar ropa fabricada en países que utilicen energías renovables.

¿Cómo puede mejorar la industria de la moda?

Las empresas textiles y sus clientes son cada vez más conscientes del impacto medioambiental y social negativo de la industria textil. Dentro de sus cadenas de suministro, las marcas y los minoristas han empezado a abordar los problemas medioambientales o sociales específicos, tanto de forma independiente como a través de organizaciones y programas sectoriales.

Sin embargo, para que la industria textil sea más respetuosa con el medio ambiente y socialmente responsable, hay que atajar estos problemas de raíz.

Los mayores problemas de la industria textil pueden abordarse analizando dos cuestiones clave:

  1. El escaso uso de las prendas. Se producen prendas que nunca se venden, o que se compran, se usan pocas veces y luego se tiran.
  2. Bajos índices de reciclaje de prendas tras su uso.

El informe: Una nueva economía textil: Rediseñar el futuro de la modapublicado por la Fundación Ellen MacArthur, describe cómo funcionaría la industria textil en una economía circular.

Una economía textil circular requeriría cuatro elementos clave:

  1. Eliminación progresiva de sustancias y microfibras preocupantes.
  2. Aumentar el uso de ropa.
  3. Mejorar radicalmente el reciclaje.
  4. Hacer un uso eficiente de los recursos y cambiar a insumos renovables.

En consonancia con los conceptos de una economía circular, esta propuesta ofrece una visión beneficiosa para las empresas, la sociedad y el medio ambiente, al tiempo que es restauradora y regenerativa por diseño.

En esta nueva economía textil, los tejidos nunca se desperdician, ya que se aprovecha todo su potencial antes de reciclarlos en nuevos productos.

Además de reponer el capital natural, eliminar la contaminación y utilizar recursos y energías renovables, la creciente población mundial tendría acceso a ropa personalizada de alta calidad y bajo coste. Esto reduciría la coste económico de la contaminación drásticamente.

Le animamos a leer el informe completo para saber más sobre cómo puede transformarse la industria textil en un sector más sostenible.

¿Quiere saber más sobre cómo ustedes puede vestir de forma más sostenible? Echa un vistazo nuestro artículo.

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